Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1869-1871 (Cortes Constituyentes de 1869 a 1871)
Sesión: 21 de junio de 1870
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. López Botas, al Sr. Abarzuza
Número y páginas del Diario de Sesiones: 311, 9.026, 9.027
Tema: Españoles detenidos en Marruecos

El Sr. Ministro de ESTADO (Sagasta):Yo no he atacado de ninguna manera a esos españoles; lo que he dicho es que puede suceder que esos españoles que antes estaban en buenas relaciones con esos Jekes, se hayan entendido con ellos a ver si por su mediación se reconocía su independencia contra el Sultán, o por lo menos obtener una cantidad de dinero que puedan necesitar (porque según tengo no se encuentran muy sobrados de recursos), y pudiera muy bien partirse esa cantidad entre los presos y sus aprehensores. No digo que esto suceda, pero pudiera suceder muy bien.

Por lo demás, no tengo nada que decir sobre lo que las administraciones anteriores han hecho: no es de esta situación nada de cuanto ha dicho el Sr. López Botas respecto al asentimiento que pudiera dar el gobierno a la expedición de esos españoles. Las noticias que yo tengo sobre eso son perfectamente contrarias; son de que siempre nuestro representante en aquel país les dijo: " Cuidado, que con ese territorio no reza el tratado de comercio celebrado con Marruecos, porque el mismo Sultán hace una reserva respecto de las costas que limitan su territorio; por consiguiente, si Vds. Quieren, muy buen provecho les haga; pero tengan en cuenta que ni el sultán, ni el Gobierno español les podrán allí auxiliar en los trabajos que puedan pasar." Ellos fueron sabiendo que corrían esos peligros: no tienen que culpar a nadie.

Es más (y no lo digo por inculparlos): ellos empezaron a tratar con aquellos Jekes en su insurrección contra el Sultán, con la idea de que entre los objetos de comercia que había de llevarles formaban parte las armas y las municiones. ¿Para qué? Para hacer más sostenible su independencia contra le sultán. Eran comerciantes, y no les atacó; esto prueba que ellos entendían bien con esos Jekes: después ha podido salirles mal el negocio, [9.026] han podido reñir los Jekés con ellos, cuando antes estaban en buenas relaciones: conste que esos jekes querían abrir comercio con España independiente de Marruecos y que esos españoles se comprometieron a cosas que después no pudieron cumplir, y que los Jekes se han creído en el caso de castigar a esos españoles que los engañaron, y sobre todo, en el de resarcirse del dinero que por esos compromisos gastaron. En el expediente aparece que esos Jekes, de acuerdo con los españoles, fundaron establecimientos en la costa para facilitar embarque y desembarque de las mercancías; cuando estas no fueron, cuando tras una, y otra, y otra promesa las mercancías no llegaron, esos establecimientos fueron inútiles, y el dinero gastado completamente estéril; y es natural que los jekes trataran de resarcirse de las cantidades que los españoles les obligaron a gastar.

De consiguiente, aquí hay dos cosas: primero, que esos Jekes han podido tomar esa disposición con esos españoles por cuestiones particulares de tuyo y mío; segundo, que esos españoles que están presos hoy por esos Jekes no sé si habrán acudido a nuestro representante en África. Pero por de pronto lo que han hecho ha sido mandar a uno de caos mismos Jekes a España a tratar con la familias de los presos. Yo no sé lo que habrán tratado porque la familia a mí no me lo ha dicho; pero yo cuando supe eso dije: " Pues ese Jeke que está ahí que se vaya a Tánger, que vea al representante del Gobierno español allí, y éste le asegura su libertad y su vida; que trate con nuestro representante; que le presente las cuentas de esos españoles, que las examine como procede examinarlas; es más: si quiere también tratar con el Gobierno del Sultán el Gobierno español le asegura completa libertad para todo; en la inteligencia de que puede ir con completa seguridad de que ha de volver libre a su país. " Y sin embargo, no han querido ni quieren tratar con nuestro representante, ni con el Gobierno marroquí; no quieren tratar más que con la familia, y la familia viene a tratar con el Gobierno; pero ¿de qué manera? Diciéndole: " ¡Dame el dinero que piden esos Jekes para dejar libres a los españoles." Y de esta manera, créanme los Sres. Diputados tengo la evidencia de que si adoptamos este camino, va a haber muchos españoles presos por esas tribus; y no es bueno sentar ente precedente, porque hay muchos españoles que apenas vieran abierto este camino, lo habían de cruzar a menudo con perjuicio del país.

No vayamos a llevar las cosas a la exageración. Todo lo que se pueda y se deba hacer, todo lo hará el Gobierno español, porque ese es su deber; pero no llevemos las cosas a un punto que pueda ser inconveniente.

Respecto a lo que ha dicho el Sr. López Botas, de que lo que resulta es una completa burla del Gobierno español, debo decir a S. S. que eso no puede ser; que hoy no se burla ninguna potencia del mundo del Gobierno español y que mucho menos se puede burlar el Sultán de Marruecos, que lo que quiere es tener contento y muy contento al Gobierno español, para lo cual hace todo lo que puede.

Pero S. S. ha dicho: pues que reconozca el Gobierno español la independencia de esos sublevados. Eso es lo que quieren los sublevados, eso es lo que quieren y han pedido los españoles que están allí, porque ya he dicho que esos Jekes dejan en libertad a los españoles, o por medio de una cantidad, o mediante el reconocimiento de la España contra el Sultán. Y yo pregunto, señores: ¿es esto serio, cuando todavía no está bien aclarado el motivo de la prisión?

Yo prometo al Sr. López Botas y al Sr. Abarzuza hacer todo lo que esté de parte del Gobierno para traer esos españoles a España; pero es preciso averiguar lo que haya de verdad en dicha prisión, y para eso se hará cuanto sea necesario hacer. Y si fuese preciso, si los españoles han sido mal presos, si no debieran serlo por los tratados de Marruecos, y sin embargo, lo están sin causa ni motivo que lo justifique, se emplearán todos los medios para evitarlo; y después, si fuese preciso, se seguirá hasta la violencia; pero antes es necesario meditar mucho y estudiar el asunto, no vayamos a dar un paso impremeditado y a convertir en una cuestión internacional una cuestión de intereses particulares.

Yo tengo entendido que la cantidad que esos Jekes piden por la libertad de los españoles, no la piden como rescate, la piden como deuda; y si es una deuda lo que se pide, no es el Gobierno español el que ha de pagar esa deuda, mucho menos, cuando según nos ha dicho el señor Abarzuza, esos españoles tienen una casa de comercio muy importante. (El Sr. Abarzuza: Ha quebrado.) Si ha quebrado, entonces no lo pueden pagar.

En fin, eso ya se verá; porque si es una corta cantidad, ya veríamos de pagarla, no como obligación del Estado, que no se puede sentar ese precedente; pero se emplearían otros medios que conducirían al mismo resultado.

La verdad es que lo que se ha hablado aquí, bueno es que lo sepan esos Jekes, que alguno ha estado aquí y no sé si se habrá marchado ya.

Hay una circunstancia muy notable, pero que yo no vitupero, y es que las personas que han dado lugar a ello, es que los que dan tan mal trato a esos españoles, que, como aquí se ha dicho, los tienen entre ratas y muertos de hambre, el Jeke que ha venido aquí, a pesar de eso, ha sido muy bien tratado por la familia de esos prisioneros.

En fin, yo no siento eso ni vitupero en conducta, pero me extraña, repito, que ese Jeke no quiere entenderse más que con la familia y no quiere entenderse con nuestro representante en Tánger, que es con quien debía entenderse.

Si el Sr. López Botas quiere, como yo, que esos españoles salgan de la situación anómala en que se encuentran, que aconseje a las familias y a ese Jeke que ha venido aquí a tratar con la familia, que vaya a Tánger: yo lo daré todas las facilidades posibles, toda la seguridad en nombre del Gobierno español, de que en Tánger no le ha de pasar nada; que se entienda con nuestro representante y con el Gobierno del Sultán, para lo cual servirá de intermedio nuestro representante, y que viendo los motivos que dan para tenerlos presos, yo estoy seguro que hemos de obtener un buen resultado. El seguir otro camino no nos ha de dar ningún buen resultado, y esos españoles continuarán allí hasta sabe Dios cuándo.



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